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opuesto al mito urbano

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miércoles, 28 de octubre de 2015

La composición de tu piel

Con lo mejor de mi poesía en la mirada
miro el lienzo de tu cuerpo sin paisajes;
pongo el pincel de la inspiración
en la ondulación de tu piernas,
en el cisterna de tu ombligo,
en la dulce manzana de tu pecho,
apenas sugiriendo mi naturaleza.
Tu boca es simplemente un simulacro
de cerezos maduros
que suelo devorar
con mis palabras empezadas.
Transmito en intervalos de silencio
esa lejanía inexplicable
que me acerca a tus besos,
a esa cuadrícula sin salida
por donde entro difuminando mi camino.
Mis latidos se evaporan
y caen golpeando tu carne con la lluvia
por horas y horas.
Tu piel está extendida en todos mis espacios
y empiezo a conformar la geografía
que quiero ineludible componer,
con la forma inexplicable
Que apenas y sugiere
mi naturaleza...

martes, 27 de octubre de 2015

Quiero ser elástico de rimas.

Escribo algunas frases rígidas,
y pienso que se ensucia mi poesía,
la indomable expresión
degrada mis líneas
a pesar de que mi corazón es flexible
(pero canta bajito).

A este punto la vanguardia
debería desglosarse
porque la espiral de la inspiración,
–impredecible–
viene amputada de sonetos
por el mismo recorrido sin regreso,
entonces
tiemblo estupefacto
en los zapatos del verso.

¡Maldita cuadrícula de lo complejo
que clava mi nombre a sus ideas!

¡Quiero ser elástico de rimas!
Pero su nomenclatura me dispersa
y deja irracionales mis discursos.
(Hay que ser pensante y ser sensible
me repito en soliloquios, reflexivo)

La virginal apariencia de lo vivido
no sirve como referencia
en los bosquejos del "ahora",
se requiere movimiento y transparencia;
el principio de mi voz
se torna delgado en este enrejado de letras
y suele entorpecer mi lenguaje.

Me está costando ser sinuoso de verbos,
aunque esté holgado de noches
tapizadas de silencio,
sigo lineal y estrepitoso
y no me reconozco en mi lectura.

Nunca es suficiente
para el poeta que reflexiona
en los recursos de su inspiración,
pues lo mejor no es lo primero que se dice
sino lo que menos se piensa.

Bien puedo a mano alzada
hacer un corazón a la distancia,
en el celaje de la mente,
O en las visiones que surgen en invierno,
o lúdicamente improvisar
una imagen sin fondo,
pero me falta camino,
y sobre todo , madurar de primaveras,
de callejas sin salidas,
de edificios incompletos,
de niños y columpios,
de acuarelas sin una topografía:
el corazón.
(Aunque casi siempre
canta bajito)...

miércoles, 7 de octubre de 2015

La textura de tus besos.

Hasta no tocar la textura de tus besos,
–esa prolongación de caminos sin fondo—
no dejaré de bocetear tu nombre en mis adentros:

Serás la insinuación madura de mis verbos,
la abertura paralela de mis ansias,
silencio de poeta,
el proceso caudaloso de un canto,
el final de un poema inconcluso
y el contexto lacustre de mi silabario.

Hasta no sugerirte la luna en los labios,
y no poder obviarte
una emboscada de poemas,
seguiré componiéndole a la noche desnuda,
el contorno detallado de tu piel
con las líneas convexas
que subrayan
tus hombros descubiertos.

Pero si eso sucede
y se rompe la proxémica en un beso,
Y se encerrara mi naturaleza química en tus ojos,
de seguro,
el poeta a medio terminar que oculto en la mirada,
tendría la estatura perfecta
de la mejor inspiración...