Páginas

opuesto al mito urbano

opuesto al mito urbano

jueves, 18 de septiembre de 2014

El día que llegaste

Permëable tengo el alma por tu río, 
sensible a tu perfume, a tu presencia, 
abierta hasta sus sombras, mi existencia
se entrega a tu grandeza amado mío. 

Derrochas con la gracia del estío 
la luz que da a mi abismo refulgencia, 
si soplas un segundo tu potencia
rebosas con tu ungüento mi vacío. 

Señor, en el bautismo de tu boca, 
un día, abandonado, me besaste,
vertiendo en mi interior: inspiración. 

Quebrado estaba yo, sin vida y poca
esperanza, angustiado y Tú llegaste
curando sin dudar: mi corazón... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario