Páginas

opuesto al mito urbano

opuesto al mito urbano

viernes, 1 de agosto de 2014

Una señora adinerada


Morirse sin reparo ella quería,
sin casa, sin dinero, sin riqueza, 
-se quedó igual a mí, con mi pobreza-
pues perdió hasta la herencia que tenía.

No quiso ver ya más la luz del día, 
ni pudo resistirse a su flaqueza, 
quizá fue la avaricia en su cabeza 
la causa por la cual ella moría. 

Por ese abismo negro y sin regreso 
saltó con su memoria la señora, 
y fue porque era pobre, ¡fue por eso!, 

( un año de su muerte y alguien llora) 
mas yo sin un centavo o un solo peso 
me ocupo en ser feliz a toda hora... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario