Recuerdo nuestro origen todavía:
había entre nosotros primavera,
tu imagen o la mía donde fuera
a veces en las flores renacía.
Tu boca fue una sola con la mía,
te amaba como un loco a mi manera,
pues nunca permitimos que lloviera
tristeza que mojara esta alegría.
Ahora estoy vestido de este luto
vertiendo en mi silencio un gran dolor,
ya parece que el último minuto
dio su campanada en mi interior,
sembramos el orgullo, ahora el fruto
nos llega sepultando nuestro amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario