en esta milimétrica distancia
que queda entre tus besos y los míos.
Entonces, irrevocable de poemas
tu cuerpo es uno solo en mis escritos
y a una sola boca, recito
los versos que jamás te había mencionado.
A veces, de la nada me redimes
cuando cuajas el camino
que había dibujado entre mis sombras;
porque en los senderos de tu cuerpo
una nueva estrofa, siempre, se reencuentra conmigo.
El genio y la cadencia
crecen mansamente
cuando la inspiración de tu boca
se clava en el poeta, inadvertido,
quien suele hacerse grande entre tus besos,
y a veces en tu cuerpo, pequeñito...
cuando cuajas el camino
que había dibujado entre mis sombras;
porque en los senderos de tu cuerpo
una nueva estrofa, siempre, se reencuentra conmigo.
El genio y la cadencia
crecen mansamente
cuando la inspiración de tu boca
se clava en el poeta, inadvertido,
quien suele hacerse grande entre tus besos,
y a veces en tu cuerpo, pequeñito...
No hay comentarios:
Publicar un comentario