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opuesto al mito urbano

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jueves, 16 de enero de 2014

En una noche como esta

Al menos una vez en la vida, todos,
sentimos la miseria de una ausencia;
como esta noche, aquí en mi cama
vacía sin su amor, sin luz, sin ella. 
Por eso sin querer los cigarrillos 
apagados que dejó en nuestra alacena 
buscan su boca mojada de ansiedad 
como la buscan mis besos de luna llena. 
Hay un plato sin arroz en la cocina 
con el duro material de mi tristeza, 
otra vez me sustento con pensarla, 
aunque por esto 
mis huesos se consumen de la pena. 
A veces , muchas veces yo me siento 
a esperarla en mi silencio a ver si llega 
urgida –como yo– de besos y de abrazos, 
pero eso solo extiende más mi espera. 
Yo he pensado en mi poesía 
dormir desesperado en una estrella 
por sí ella, olvida de pronto el orgullo
y en una noche igual a esta 
decida con su amor, a la soledad,
sacarla sin pensarlo por la puerta...

El poeta

Aquel que en su silencio barcarolas 
escuche en su interior impredecible
podrá escribir el llanto susceptible 
que suele arrinconar el verso a solas. 

Aquel quien sueña en blancas amapolas
y en su portenta luz imperceptible 
podrá volver poesía el imposible 
del agua de las fuentes españolas. 

Aquel que bañe el alma en su utopía 
y escape del abismo que le abruma
soltando el ruiseñor que le sujeta, 

pondrá en la catedral que esconde el día 
la forma inverosímil de su pluma, 
será llamado, entonces : " el poeta"...




La puerta de su encanto

Con la puerta cerrada 
jamás saldrán los versos, 
quedarán, quedarán
contemplándose en silencio. 

Sin el lápiz ilustre 
que dibuja lo que siento, 
soy un barullo perdido 
donde brega y brega el viento. 

Sin la magia que chispea 
de mi boca cuando beso, 
soy un mortal sencillo 
tras la sombra de su sueño. 

Si no siento su perfume 
ni los panes de su pecho, 
mi inspiración se muere
por la falta de alimento. 

Pueden todos los paisajes 
clavarse en un ensueño
entre las palmas de mi mano
que sin ella,  nada es bello. 

Si la puerta no se abre 
no hay poema ni soneto, 
y las rimas formidables
se quedarán adentros. 

Necesito mujercilla
que abras la puerta, el cielo 
es inmensamente grande 
y este amor no es tan pequeño. 

La puerta está en tus manos 
con la forma de tu cuerpo, 
no le quites a lo creativo 
ése único sustento.